Cuando estamos a punto de llegar a la meta parece que las fuerzas flaquean pero esos últimos pasos son cruciales, sin ellos todo el trabajo previo puede venirse abajo.
Esos últimos pasos en un tratamiento de ortodoncia equivalen a la fase de retención.
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¿Qué es la fase de retención?
Es la última fase de la ortodoncia, tras la fase de estudio y la fase activa. En la fase de retención lo que hacemos es estabilizar los resultados obtenidos en la fase activa. Ya no queremos mover los dientes, lo que queremos es que permanezcan en el nuevo lugar al que los hemos llevado gracias a las fuerzas aplicadas durante el tratamiento.
Pero para que los dientes no vuelvan a moverse rápidamente necesitamos consolidar las estructuras que los soportan y los fijan. Los ligamentos preiodontales y el hueso deben consolidarse, de ahí la importancia de esta fase de retención.
Para “aguantar” los dientes en su posición final se usan los retenedores, que pueden ser removibles o fijos. Los retenedores removibles se usan fundamentalmente por la noche y los fijos, como su nombre indica, se usan todo el tiempo pero apenas notarás que los llevas.
Tipos de retenedor en ortodoncia
Los retenedores removibles están fabricados con plástico y metal y se parecen a los aparatos dentales que asociamos con los niños. Se quitan para comer, para cepillarnos los dientes o si lo necesitamos por algún evento social también podemos retirarlo unas horas.
Tenemos también otros retenedores removibles que son como las férulas de la ortodoncia invisible y que se fabrican a medida para cada paciente.
Los retenedores fijos son un trozo de cadena metálica que se cementa de canino a canino, en la cara lingual de los dientes. Sobre todo para la retención de los dientes inferiores. Es más estético porque no se ve pero requiere una higiene más cuidadosa y una limpieza profesional cada cierto tiempo ya que tiende a acumular sarro.
Duración de la fase de retención
Esta fase suele durar aproximadamente un año. Al principio, en el caso de llevar retenedores removibles los llevaremos tanto de día como de noche, para pasar a una segunda fase en que solamente los usamos para dormir. En el caso de los fijos, los llevaremos puestos todo el tiempo, en este caso su uso puede alargarse bastante más.
Cuidados durante la fase de
retención
Pues, igual que durante el tratamiento de ortodoncia, tenemos que ser estrictos con la higiene dental. Hay que limpiar también los retenedores porque acumulan restos de alimentos y bacterias que puede causar, entre otros problemas, halitosis, es decir, mal olor en la boca.
Para limpiar los retenedores dentales lo haremos con un jabón neutro, no con pasta de dientes, o mucho mejor con un producto específico que la dra. Sonsoles Pérez Tamajón nos recomendará en la consulta. No hay que olvidar limpiar también el estuche en que guardamos el retenedor durante las comidas porque ahí también se «instalan» las bacterias.
No olvidar ponérnoslos porque, como ya dijimos, esta fase es importante. Si los retenedores son fijos, no hay que preocuparse de olvidos pero sí aplicarse un poco más en el cepillado.
Es importante no “desaparecer” de la consulta; acude a las revisiones hasta que te demos el alta definitiva.
En Ortodent, en Tenerife somos especialistas en ortodoncia y podemos aconsejarle sobre el mejor tratamiento de ortodoncia para su caso y sobre el retenedor más conveniente para la
fase final.
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